Desde el año pasado Andes Líneas Aéreas empezó a realizar una serie de vuelos charters para contingentes de egresados hacia Bariloche.
La operativa no es del todo original. A finales de la década del noventa, LAPA también tuvo su división de viajes, llamada LAPA Estudiantil, que supo transformar la forma de transporte en ese tipo de viajes, operando incluso con aeronaves Boeing 757 entre Buenos Aires y Bariloche. Desde ya, efecto post-crisis 2001, la caída de LAPA se llevó también a su empresa hermana dedicada a los estudiantes en 2003.
Quizás la particularidad de estos vuelos de Andes, contratados por Travel Rock, es que se han expandido hacia todo el país, por lo que desde julio y hasta octubre aproximadamente, a los hermosos MD de la empresa salteña se los ve haciendo inusuales rutas, uniendo a Bariloche con Santa Rosa, Rosario, La Rioja, Resistencia, Posadas, Mar del Plata y varias ciudades más del interior (y también desde Buenos Aires).
En una entrevista realizada por el amigo SirChandler, el gerente comercial de Andes, René Sprunger, comentó que el año pasado transportaron 60.000 estudiantes a Bariloche, a los que se les dedicó 1.500 horas de vuelo.
Ahora, al margen de que me encanta ver que Andes haya logrado explotar aún más su nicho de chartera (porque eso significa trabajo aeronáutico en todo el país), algo que quizás logró salvarla de los embates de la gestión gubernamental anterior contra todo aquello que volara sin el logo de Aerolíneas Argentinas/Austral, lo que más rescato de esta operación estudiantil es que ayuda, y mucho, a crear conciencia aerocomercial en los chicos del interior.
No es nuevo comentar que la Argentina está atrasada en el desarrollo de su mercado aerocomercial en relación a otros países, incluso de Latinoamérica. Viene desde hace décadas. Hay múltiples razones, desde políticas hasta geográficas. Y yo creo que también culturales (quizá formadas por las anteriores).
En el interior, el transporte aéreo todavía parece algo lejano para la mayoría. Un medio destinado sólo para la clase media-alta. En general la gente lo tiene fuera de su conjunto evocado cuando tiene que planear un viaje.
El año pasado me sorprendí cuando al hablar con unos compañeros de trabajo, de los 15 que estábamos en el grupo, sólo 5 habíamos volado alguna vez. Y todos eran profesionales universitarios, con un buen empleo, pero de clase media tradicional del interior (que es muy diferente a la de la ciudad de Buenos Aires). Y para ella, el avión todavía luce inalcanzable. Cuando no lo es.
Por ejemplo, realizando hoy una búsqueda de pasajes entre Resistencia y Buenos Aires, la tarifa disponible promedio para los próximos 30 días se sitúa en $1660 (108 dólares al cambio de hoy), apenas $31 más cara que el pasaje en micro con el servicio de mayor valor (el pasaje promedio en micro está en $1370).
Desde ya los valores de los pasajes aéreos fluctúan. Cuando se compra con más anticipación existe mayor probabilidad de encontrar tarifas económicas. Por ejemplo, cotizando un vuelo con ida el 27 de octubre y regreso el 3 de noviembre, la tarifa es de $3.062, cuando un pasaje en el micro de mayor valor el costo sería de $3.258. Si yo necesitara sacar un pasaje para este viernes, retornando el sábado, el costo del avión ronda los $6.600, versus los mismos $3.258 del micro (y ya quedan muy pocos lugares en éstos también).
Pero supongamos un escenario con cierta anticipación, saliendo el próximo martes y volviendo al otro día. En Aerolíneas Argentinas el pasaje está, ida y vuelta, $4.030, impuestos incluidos. En micro seguimos con los clásicos $3.258 pesos. Es decir, el avión sale apenas $772 más.
Ahora ¿no lo valen? Estamos comparando una hora de vuelo contra trece horas en tierra. Estamos comparando el medio de transporte más seguro del mundo contra las sangrientas rutas argentinas. Sí, son casi 800 pesos más, y lamentablemente hoy muchos todavía se queda mirando ese número sin poner en la balanza lo demás, no por una cuestión económica (aunque desde ya también hay casos en los que eso pesa), sino, en mi opinión, por desconocimiento. Y aquí entra en juego la cuestión cultural y lo positivo de los charters de Andes.
Probablemente la mayoría de los chicos que hacen su viaje de egresados a Bariloche en Andes estén experimentando el transporte aéreo por primera vez (al menos acá en Resistencia viajan chicos de diversos colegios, no sólo los de clase media-alta). De ahora en adelante no lo van a ver como algo extraño, lejano e inalcanzable. Ya no van a aceptar tan fácilmente tener que tragarse 15, 20 o 30 horas arriba de un colectivo para viajar. Van a ser adultos que recordarán que viajaron rápidamente y de manera segura, por lo que sabrán valorar las ventajas del transporte aéreo. En cada uno de esos miles de chicos se ha sembrado una semillita de conciencia aerocomercial.
O eso espero y deseo.
Sólo resta que el gobierno, los sindicatos aeronáuticos y las empresas sepan cómo responder a esta futura demanda, y no se dejen manejar por sectores, aún dentro del mismo ambiente, que históricamente han parecido obrar para que éste permanezca como algo exclusivo, «lujoso», creciendo de manera ajena a las demandas de la sociedad argentina.
Buenisimo este post !
100% de acuerdo con todo lo que expresás
Tucumán-Buenos Aires es más barato hacerlo en avión que en colectivo… Será porque es una ruta más transitada que Resistencia…
Muy buena nota… Hay que compartir la información, mucha gente cree inalcanzable un pasaje aéreo, desde Posadas, sacando con tiempo, se consiguen a casi $200 menos que los micros…
[…] Desde ya son muchos y conocidos los obstáculos que una operación ultra low cost enfrenta en Argentina. Desde las tarifas reguladas, la falta de infraestructura aeroportuaria alternativa (la menor de todas en mi opinión) hasta la resistencia de los sindicatos aeronáuticos a flexibilizar sus condiciones de trabajo. Pero bueno, si cumple las leyes, bienvenida sea la competencia y el trabajo aeronáutico en todo el país, en Argentina hace falta que mucha, mucha más gente vuele. […]
[…] Ver también: Los charters estudiantiles de Andes y la conciencia aerocomercial […]
[…] vale recordar las aclaraciones que he publicado en muchas ocasiones en notas como “Los charters estudiantiles de Andes y la conciencia aerocomercial”, “En Argentina, la gente quiere volar; dejemos que lo hagan” o “¿Vieron que la […]
POR MI TRABAJO VIAJO POR TODO EL PAIS. RECORRIENDO DE JUJUY HASTA USHUAIA HACE MAS DE 15 AÑOS. AL PRINCIPIO EN MICRO Y AUTO, PERO HACE APROX 11 O 12 AÑOS QUE ME MUEVO SOLO EN AVION, POR UNA CUESTION DE TIEMPO, E INCLUSO DE AHORRO. ASI QUE PARA MI EL AVION MAS QUE UN LUJO ES UNA HERRAMIENTA DE TRABAJO, EL UNICO PROBLEMA QUE AL SER DE ROSARIO, TENGO POCAS CONEXIONES DIRECTAS, ASI QUE IRREMEDIABLEMENTE TENGO QUE PASAR POR BS AS. ESTARIA BUENO TENER MAS CONEXIONES DESDE ACA, INCLUSO VUELO A CORDOBA, YA QUE HAY TAMBIEN TENGO MAS ALTERNATIVAS
[…] Ver también: Los charters estudiantiles de Andes y la conciencia aerocomercial […]