Después de varias semanas de especulaciones en diciembre del año pasado Air New Zealand anunció finalmente su primer destino latinoamericano: Buenos Aires, ciudad a la que empezó a servir hoy con tres vuelos semanales desde Auckland, cuyo vuelo inaugural estará atravesando el Pacífico Sur mientras esta nota es publicada.
Una excelente noticia para el mercado argentino tras el abandono que hizo Aerolíneas Argentinas de la ruta que conectaba a Buenos Aires con Oceanía en marzo del 2014.
Ahora, los invito a conocer un poco más de esta colorida aerolínea, sus orígenes, su actualidad y su futuro, en esta primera nota de una serie que iré publicando hoy.
Los comienzos
La actual Air New Zealand tiene sus orígenes en dos compañías: TEAL (Tasman Empire Airways Limited) y NAC (National Airways Corporation).
TEAL nació de la mano del gobierno neocelandés (20% de las acciones), Union Airways (20%), BOAC (38%) y Qantas (23%) en el año 1940 operando vuelos entre Auckland y Sydney con los icónicos flying boats Short Empire que permitían conectar con los vuelos de BOAC hacia Gran Bretaña desde Sydney y en sentido opuesto con los vuelos de Pan Am hacia San Francisco desde Auckland.
En 1953 TEAL fue adquirida en partes iguales por los gobiernos de Nueva Zelanda y Australia.
Sus flying boats sobrevolaron el Pacífico en lo que se conocía como la Pacific Coral Route, uniendo Auckland con Fiji, las islas Cook, Samoa y Tahití, inaugurada en 1952 con aeronaves MK III Solent, que operaron hasta septiembre de 1960 siendo la última ruta internacional en el mundo servida por flying boats.
NAC por su parte fue creada en el año 1947 por el gobierno de Nueva Zelanda con el objetivo de cubrir destinos domésticos dentro de ese país mediante la unificación del Escuadrón de Transporte 40 de la Real Fuerza Aérea de ese país y la nacionalización de Union Airways, Air Travel y otros operadores más pequeños. En sus comienzos también supo operar rutas internacionales hacia otros países del Pacífico Sur, aunque éstos luego fueron tomados por TEAL a través de la Pacific Coral Route, quedándose NAC sólo con destinos nacionales.
La era del jet y el nacimiento de una nueva marca
Siguiendo con TEAL, el 50% que estaba en manos del gobierno australiano fue adquirido por el gobierno neocelandés en abril de 1961 quien, en coincidencia con la entrada de la compañía a la era del jet, re bautizó a TEAL como Air New Zealand el 1 de abril de 1965. Unos meses después, en julio de 1965, la empresa recibió el primero de los tres DC-8-52 pedidos a Douglas, los cuales le permitieron a Air New Zealand lograr su primera gran expansión internacional de largo alcance llegando hasta Los Ángeles (via Nadi y Honolulu), Hong Kong y Singapur (via Manila).
En 1973 la compañía pegó un nuevo salto en capacidad al incorporar la primera de 8 aeronaves DC-10-30 que le permitieron realizar sus rutas de largo alcance sin necesidad de escalas en destinos como Honolulu o Manila.
En 1978 el gobierno de Nueva Zelanda decidió unificar las operaciones de Air New Zealand con las de National Airways Corporation, lo cual significó la desaparición de la marca de esta última.
De esa manera, la nueva Air New Zealand pasó a operar una flota total de 37 aeronaves compuesta por 8 DC10-30, 3 DC-8-52, 8 Boeing 737-200, 13 Fokker F27-100 y 4 Fokker F27-200 e incorporando a la red internacional los 23 destinos domésticos de NAC.
Otro salto aún mayor en capacidad se dio en 1980 cuando la compañía firmó un acuerdo con Boeing para la compra de cinco Boeing 747-200, el primero de los cuales entró al servicio comercial para Air New Zealand en junio de 1981 volando entre Auckland y Sydney para, algunas semanas después, entrar en rutas de largo alcance como Auckland-Los Angeles y Auckland-Singapur.
En agosto de 1982 la compañía lanza su primer servicio con Boeing 747 hacia el Reino Unido, realizando la ruta Auckland-Papeete-Los Ángeles-Londres.
En septiembre de 1985 Air New Zealand incorpora su primer Boeing 767-200 a medida que va retirando de su flota a los DC-10.30.
Durante los años 80 y 90 Air New Zealand continuó expandiendo su red internacional, particularmente en Asia, llegando a ciudades como Taipei, Nagoya, Osaka y Fukuoka. Además incorporó a Dallas y a Frankfurt.
Privatización, crecimiento y declive
En 1989 el gobierno de Nueva Zelanda anuncia la privatización de la compañía, la cual quedó en manos de un consorcio formado por Brierley Investments (65%), Qantas (19.9%, hasta 1997), Japan Airlines (7.5%, hasta 1994) y American Airlines (7.5%, hasta 1992), además de una acción «kiwi» en manos del gobierno, con poderes de veto especiales para asegurarse que la mayoría de las acciones estén en manos de neocelandeses.
En diciembre de 1989 la compañía recibe su primer Boeing 747-400, el cual fue alquilado a Cathay Pacific por lo cual recién en noviembre de 1990, con la llegada del segundo 747-400, la aerolínea introduce ese modelo a su servicio comercial.
En los 90 la compañía continuó expandiéndose internacionalmente a través de acuerdos comerciales con compañías como Canadian, Singapore Airlines, Lufthansa, United Airlines, LAN y Japan Airlines, hasta unirse a Star Alliance en 1999.
En septiembre de 1996 Air New Zealand adquirió el 50% de Ansett Holdings (dueña de Ansett Australia y Ansett International), lo cual le dio acceso al mercado doméstico australiano y desde allí hacia Asia.
En junio del año 2000 la compañía adquirió el 50% restante, ingresando así en conjunto dentro de los 20 grupos de aerolíneas más grandes del mundo. Esto fue considerado por muchos como un grave error por parte de la compañía ya que Ansett era mucho más grande que Air New Zealand y poseía una flota envejecida que necesitaba una renovación urgente para lo cual necesitaba capitales que su nueva dueña no podía proveer.
Ese mismo año Singapore Airlines adquiere nuevas acciones de Brierley Investments, llevando su participación en Air New Zealand al 25%.
Con las finanzas débiles, tanto Singapore como Qantas hicieron ofertas para comprar al Air New Zealand Group, pero la regulación de Nueva Zelanda prohibía que capitales extranjeros posean más del 25% de una compañía aérea. Así y todo la compañía intentó adquirir a la floreciente Virgin Blue, aunque Sir Richard Branson rechazó la oferta.
El 10 de septiembre de 2001 Air New Zealand ofrece Ansett a Qantas por $1 pero ésta rechaza la oferta. Fue el fin de la segunda aerolínea australiana, y el de Air New Zealand no parecía estar muy lejos. El grupo presentaba pérdidas por casi 600 millones de dólares de las cuales el 90% pertenecían a Ansett.
De vuelta a las raíces para transformarse en un suceso global
En octubre de 2001 el gobierno de Nueva Zelanda anunció que inyectaría 370 millones de dólares como parte de un paquete de rescate de la compañía a cambio del 80% de las acciones. Se redujo el número de directores y los salarios de los restantes. Así también los servicios internacionales, en un contexto generalizado de baja del turismo a nivel mundial tras los ataques terroristas del 11 de septiembre en Estados Unidos.
A mediados del 2002 la compañía reconfigura su servicio doméstico siguiendo un modelo low-cost, llamándolo «Express Class». Los aviones tenían una clase única ofreciendo menores tarifas en vuelos sin servicio de catering. Así también potenció aún más el canal de venta online y eliminó comisiones para agencias de viaje. Esto fue un gran éxito que permitió incrementar las ventas un 22% y luego fue implementado en rutas del otro lado del mar de Tasmania y del Pacífico Sur también con gran éxito. En sólo un año las reservas online de pasajes domésticos pasaron del 4% al 35% del total.
En 2003 la compañía volvió a presentar un balance positivo con casi 70 millones de dólares de beneficios netos (y los ha mantenido en orden desde entonces). En septiembre de ese Air New Zeland recibe el primero de sus 15 Airbus A320, que reemplazarán a los Boeing 767 y Boeing 737-300 en vuelos internacionales de corto alcance.
En octubre de 2005 por su parte recibe el primero de los 8 nuevos Boeing 777-200ER pedidos a los que luego se le sumaron 7 Boeing 777-300ER. Al mismo tiempo ordena 4 Boeing 787-9, siendo el cliente de lanzamiento de esa variante en julio de 2014 (de la cual finalmente cerró un pedido por un total de 12 aeronaves a completarse para fines de 2017). Esto trajo aparejado una modernización de sus cabinas de pasajeros y servicios de abordo.
Con las finanzas saneadas y una imagen de marca por las nubes Air New Zealand adquirió en 2013 el 25,92% de las acciones de Virgin Australia, volviendo de esa manera a tener una importante pata en el mercado doméstico australiano. Al mismo tiempo, en noviembre de ese año el gobierno de Nueva Zelanda vendió el 20% de la compañía, reduciendo su participación al 53%.
A nivel local la compañía tiene un share de casi el 80 por ciento del mercado doméstico y, junto con Virgin Australia tienen casi el 60% del mercado trans-tasmánico.
Un capital en el que Air New Zealand ha venido trabajando con especial atención durante los últimos quince años ha sido su marca (incluyendo un re branding en 2006). De ser una pequeña y casi desconocida aerolínea del
Pacífico Sur, siempre opacada por su más omnipresente vecina Qantas, la aerolínea neocelandesa ha sabido transformarse, a fuerza de mucho ingenio y gran timing, en una de las marcas más fuertes del mundo, gracias a acciones como su
asociación con la saga cinematográfica de El Señor de los Anillos (como la «aerolínea oficial de la tierra media»), la identificación con un símbolo del deporte mundial como son los All Blacks y su larga serie de videos de seguridad «alternativos» que marcaron tendencia en la industria aerocomercial, entre otras tantas acciones de marketing.
Hoy Air New Zealand y sus subsidiarias, con una flota de más de 100 aeronaves sirviendo a 22 destinos domésticos en Nueva Zelanda y 29 destinos internacionales en quince países es un jugador mundial que mantiene un sólido y sustentable crecimiento al que, con su desembarco en Sudamérica se le abre nuevos horizontes.
Ver: Los números de Air New Zealand
Por cierto, en el vuelo inaugural de Air New Zealand desde Buenos Aires a Auckland estará el amigo SirChandler, quien nos irá deleitando con los detalles del mismo.
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Muy buen informe!
Será un lujo volar con ellos en abril, ya se me cae la baba!
Un gran ejemplo de que la estatización de una aerolínea, bien realizada y bien administrada, puede dar buenos resultados.
Se debería aprender tanto acá
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