La aerolínea estatal TAME realizó ayer el primer vuelo de su nueva ruta: Quito-Tulcán. Esto, sólo días después de que la empresa tomara a su cargo los vuelos del Aeropuerto Internacional Cotopaxi. Los directivos de la aerolínea también confirmaron la apertura de las rutas a Tena y a Macas.
TAME opera actualmente en la mayoría de aeropuertos secundarios del país, como es el caso de Santa Rosa, Loja y Esmeraldas. Estas rutas han sido anteriormente disputadas con compañías como Saereo, Aerogal e Icaro. Sin embargo, no han logrado sobrevivir y se han visto obligadas a retirar sus aviones de los aeropuertos provinciales.
Una tendencia
El negocio de las aerolíneas, más allá de responder a las demandas de movilidad de los pasajeros, se ve influenciado por la infraestructura de los aeropuertos, el precio de la gasolina y la capacidad adquisitiva de la población.
En los últimos dos años, muchas empresas privadas se vieron obligadas a cancelar sus rutas por estas circunstancias. Saereo, por ejemplo, operaba en el Aeropuerto de Latacunga hasta que, la semana pasada, solicitó una licencia de 30 días tras los cuáles retiraría sus aviones.
“Existe un problema de clientela. Las aerolíneas privadas no pueden trabajar con vuelos que llenan apenas el 50 o el 70% de su capacidad”, explica Wiliam Defaz, director ejecutivo de la Cámara de Comercio de Latacunga.
Una realidad
Varios de los aeropuertos secundarios coinciden en que existe una problemática. “El tema en Machala es complejo. El aeropuerto no está aquí, está en Santa Rosa. Y la gente piensa dos veces si viajar allá porque los precios de los pasajes son demasiado altos”, explica Abelardo Coronel, empresario que viaja constantemente.
Y en Tulcán, el aeropuerto se dispone a abrir sus puertas ante el escepticismo de algunos. “Esperemos que funcione. Porque los clientes están con grandes expectativas, el problema es cuando las empresas no cumplen y, por ser un aeropuerto pequeño, retrasan o cancelan los vuelos”, dijo un empleado de esa base aérea.
¿Fin de la competencia?
Según Toa Quirola, portavoz de TAME, los aeropuertos secundarios son “operables” y las rutas establecidas “óptimas”, incluso insuficientes.
“Hemos tenido rutas, como la de Macas, que es histórica. Toda ruta que se abre es porque la gente la necesita y porque los aeropuertos están en excelentes condiciones”, dijo la portavoz.
Esta diferencia de opiniones se debe, según Bruno Gómez, especialista en negocios, a la capacidad de resistencia que tiene cada aerolínea.
“Todo nuevo producto requiere de una introducción en el mercado»
Debe haber un proceso de promoción, más aún para servicios de ‘lujo’”, explicó el especialista, y añadió: “significa que los primeros vuelos saldrán a pérdida, y no todas las compañías pueden soportar eso”.
Y es que la responsabilidad también ha caído en más de una ocasión sobre las compañías aéreas. “En el caso de Saereo, vino a Latacunga con aviones que no eran suyos, los alquilaba. Por esta razón, había cancelación de vuelos, retrasos. Estaban dando un mal servicio”, cuenta Defaz.
Otros criterios
José Tatés, directivo de la Cámara de Comercio de Tulcán, indicó que la reactivación de los vuelos es una alternativa de desarrollo para la ciudad y el sur de Nariño y que, además, permitirá ahorrar tiempo.
Hugo Enríquez, cónsul de Colombia en Tulcán, manifestó que la reactivación de los vuelos mejoran las relaciones entre los países.
El primer vuelo
Como se tenía previsto, ayer a las 10:15 aterrizó nuevamente una aeronave de (TAME) en el aeropuerto Luis A. Mantilla de Tulcán.
Dos aviones ATR 42- 500, con capacidad para 48 pasajeros surcarán los vuelos desde y hacia Tulcán. Hasta el 30 de este mes, el precio promocional de los vuelos será de 98 dólares con 20 centavos ida y vuelta. El valor variará si los boletos se compran minutos antes del vuelo.
Rafael Farías, gerente comercial de TAME, explicó que se espera que los vuelos sean una alternativa sustentable para los pobladores de la zona de frontera. Las aeronaves realizarán un vuelo diario de ida y vuelta, de lunes a viernes.
Fuente: LaHora.com.ec