Reuters – Los pilotos de Iberia, parte de International Airlines Group (IAG), iniciaron el lunes una serie de treinta jornadas de huelga contra la creación de una filial de bajo costo que en su primera convocatoria supuso la cancelación de 150 vuelos.
La semana pasada, Iberia presentó una demanda para pedir que la huelga sea declarada ilegal y solicita una compensación económica que calcula en más de 3 millones de euros por día por los 12 paros realizados entre diciembre y marzo.
El sindicato de pilotos Sepla convocó hasta treinta días de paro a lo largo de los próximos meses tras concluir sin éxito el proceso de mediación con la compañía y despegar el primer avión de la filial Iberia Express.
Los representantes sindicales de los pilotos consideran que Iberia Express es una amenaza para ellos al externalizarse vuelos de Iberia a la filial de bajo costo, mientras que la empresa afirma que el lanzamiento de la nueva marca es vital para la rentabilidad.
Para el Sepla, que ha convocado paros cada lunes y viernes hasta julio, Iberia Express pone en riesgo hasta 8.000 empleos en el grupo y vulnera el convenio firmado con los pilotos de cara a la unión de Iberia y British Airways para fusionar International Consolidated Airlines Group.
Las aerolíneas europeas se enfrentan a un contexto de precios más altos de los carburantes, menor demanda, mayores tasas al transporte aéreo y fuerte competencia de las «low cost» como Ryanair y EasyJet.
La empresa prevé que Iberia Express cuente con una flota de 14 aviones y cubrirá 17 destinos, incluyendo algunos destinos internacionales como Dublín, Nápoles y Amsterdam.