La ministra Ana Pastor anunció ayer lo que había insinuado en diversas ocasiones: el Gobierno dará marcha atrás a la privatización de los aeropuertos de Barajas (Madrid) y El Prat (Barcelona). «No es el momento adecuado para que nuestros activos infravalorados se pongan en el mercado», explicó la titular de Fomento, quien, además, destacó la necesidad de revisar el actual modelo de gestión aeroportuaria con el fin de convertir a AENA en una «empresa líder a nivel mundial, eficiente, de calidad y con capacidad de expansión internacional».
El esquema de privatización del ente público, que discurría en paralelo al de los dos aeropuertos, también sufrirá modificaciones. El equipo de José Blanco pretendía poner en el mercado el 49% del grupo, una medida que el nuevo Ejecutivo también ha considerado precipitada. Lo prioritario es «poner en valor» a la compañía «a través de un plan estratégico y de negocio». Una vez efectuado este «primer paso» se abrirá «el proceso de la entrada de capital privado», añadió la ministra, flanqueada por secretario de Estado de Planificación e Infraestructuras, Rafael Catalá, y el nuevo presidente del gestor aeroportuario, José Manuel Vargas.
No a la disgregación
Algo similar sucederá con la licitación de los servicios de navegación aérea. Pastor avanzó que ha encargado un «estudio de situación» para «tomar las decisiones» oportunas en torno al futuro de las torres de control.
La ministra no avanzó cuándo dará a conocer el nuevo modelo aeroportuario ni desveló sus detalles. Pero dio algunas pistas al señalar que el valor de la compañía pública «se vería disminuido si se disgregara su gestión» o, lo que es lo mismo, si se privatizaran los aeropuertos en procesos independientes. La suspensión del proceso conlleva la disolución de los comités aeroportuarios —en los que estaban representadas las comunidades autónomas— como órganos de seguimiento. La responsable de Fomento apuntó que la «integración» de los aeropuertos «en el contexto de la planificación territorial y las competencias de las comunidades autónomas».
Alerta en la Generalitat
Al respecto, la Generalitat de Cataluña expresó ayer su preocupación por el anuncio de la ministra Pastor, aunque no tanto por la paralización de los procesos de privatización de El Prat y Barajas, como por la posibilidad de que el aeródromo barcelonés no pueda tener una gestión individualizada. El objetivo primordial, recordó ayer el consejero de obras públicas catalán, Lluís Recoder, es avanzar en la descentralización del sistema aeroportuario español. «Se puede tener una gestión individualizada sin un proceso de privatización», afirmó el consejero, que considera imposible la idea de impulsar conjuntamente los dos principales aeropuertos españoles sin que uno acave convertido en satélite del otro. «Barajas compite directamente con El Prat», se apuntó desde la Generalitat, que no quiere que el aerórdromo barcelonés quede «bajo el paraguas» del madrileño.
El consejero Recoder se mostró esperanzado en que se prosiga con el modelo de gestión individualizada, lo que quedaba paslamado en el consejo rector para El Prat que, con mayoría catalana, se designó en los estertores del Gobierno anterior. La posición de la Generalitat se suma a la del Ayuntamiento de Barcelona, que por boca de su responsable de Urbanismo, Antoni Vives, calificó las intenciones de Fomento de «inaceptables», o a la de la Cámara de Comercio.
Fuente: ABC.ES
